Este lunes, 22 de julio de 2024, Japón enfrentó una grave crisis climática al registrar temperaturas extremas que oscilaron entre los 37 y 39 grados en gran parte del territorio, desencadenando consecuencias devastadoras para la población.
La capital japonesa no fue ajena a esta situación, con al menos un centenar de personas hospitalizadas debido a golpes de calor, mientras la Agencia Meteorológica Japonesa (JMA) emitía severas recomendaciones para evitar salir al exterior.

Las autoridades meteorológicas lanzaron un llamamiento urgente a la ciudadanía para mantenerse alerta ante los signos de insolación, previendo que la peligrosa ola de calor persistirá en diversas áreas del país tras la extensa cobertura de un sistema de altas presiones que se extendió desde el oeste hasta el este de Japón, según informó la cadena NHK.
El termómetro marcó temperaturas alcanzando los 39 grados en ciudades como Gifu y Kumagaya, mientras en Shizuoka y Kioto llegó a los 37 grados. En Tokio, epicentro de la nación, el mercurio tocó los 38 grados, con advertencias de posibles golpes de calor también en localidades cercanas como Saitama y Chiba, donde se registraron valores de 35 grados.
También te puede interesar: Netanyahu reanuda negociaciones con Hamás para liberar rehenes
Hospitalizaciones y medidas de emergencia
La intensidad de esta ola de calor resultó en el ingreso hospitalario de 103 personas el domingo anterior, dos de las cuales se encuentran en estado crítico, siendo hombres de aproximadamente 40 y 90 años respectivamente.
Ante la gravedad de la situación, se declaró alerta por golpe de calor en 39 prefecturas, especialmente en las regiones occidental y oriental del país, pronosticando incluso «noches tropicales» donde la temperatura no descenderá de los 30 grados, destacándose la situación en el archipiélago de Okinawa, al sur de Japón.
Además, Japón se prepara para recibir el impacto del tifón número 3 de la temporada, proveniente de Filipinas, provocando fuertes lluvias y cambios abruptos en el tiempo a partir de este martes.
Ante este escenario crítico, el Ministerio de Medioambiente implementó medidas de alerta meteorológica para días de intenso calor que puedan representar un riesgo sanitario, habilitando instalaciones públicas como «refugios de refresco» en bibliotecas y centros cívicos para brindar asistencia a la población afectada.
Registros históricos y preocupación creciente
En paralelo, se ha observado un alarmante aumento en las temperaturas medias durante el verano del año anterior, siendo las más elevadas registradas hasta la fecha, con un incremento de 1,29 grados comparado con el promedio de las tres últimas décadas.
Este fenómeno impactante se materializó con picos de hasta 40 grados en localidades como Fukushima e Ishikawa en agosto del mismo año, evidenciando la gravedad del cambio climático y sus consecuencias directas en la calidad de vida de los habitantes de Japón.
Ante este panorama desafiante, la población y las autoridades niponas se ven en la urgente necesidad de reforzar medidas adaptativas y preventivas para hacer frente a las cada vez más recurrentes olas de calor, salvaguardando la salud y bienestar de la sociedad en un contexto de cambios climáticos acelerados y desafiantes.
Que estos episodios sirvan como recordatorio de la necesidad imperativa de acciones concretas y sostenidas para mitigar los efectos del calentamiento global y proteger a las generaciones presentes y futuras de los impactos devastadores del cambio climático.