El huracán John ha dejado un saldo trágico en el sur de México, donde al menos dos personas han perdido la vida debido a un deslave en la comunidad de Tlacoachistlahuaca, Guerrero. El fenómeno, que tocó tierra la noche del lunes como un huracán de categoría 3, fue degradado a tormenta tropical el martes 24 de septiembre, según informaron las autoridades locales.
La gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, confirmó en una rueda de prensa que los fallecimientos se debieron a un deslizamiento de tierra que afectó a una vivienda. «Fue un fenómeno fuerte, con muchas lluvias», destacó el presidente Andrés Manuel López Obrador durante su conferencia matutina, subrayando la gravedad de la situación.
John impactó cerca de Marquelia, en una región poco poblada, antes de adentrarse en zonas montañosas. A las 12:00 GMT del martes, el huracán se encontraba a solo 10 kilómetros del puerto turístico de Acapulco, registrando vientos sostenidos de 85 kilómetros por hora. El Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos ha pronosticado un debilitamiento lento del fenómeno durante los próximos días.
Las localidades costeras de Guerrero han sufrido las consecuencias del huracán con fuertes lluvias, el cierre de carreteras y cortes en el suministro eléctrico. La suspensión de clases y actividades se ha implementado en varias comunidades afectadas. Salgado informó que aproximadamente 8,000 funcionarios, incluidos militares y personal de emergencias, han sido desplegados para ayudar en las labores de rescate y recuperación.
Este evento climático se produce en un contexto donde el sur de México ya había enfrentado desastres naturales significativos. En octubre del año pasado, el huracán Otis, que alcanzó la categoría 5, dejó un rastro devastador en Acapulco, con numerosas víctimas y daños materiales considerables. La experiencia reciente ha llevado a las autoridades a estar más preparadas ante la llegada de ciclones.
Lea también: Tsunami llega a las Islas de Izu tras terremoto de magnitud 5,9 en Japón
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) había emitido alertas preventivas antes del impacto del huracán John, recomendando a la población mantenerse informada y resguardarse en albergues habilitados. La trayectoria del huracán había sido monitoreada con atención, y aunque se esperaba un debilitamiento tras tocar tierra, las autoridades continúan alertando sobre posibles inundaciones y deslizamientos debido a las intensas lluvias.