El presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Elvis Amoroso, hizo su esperada reaparición pública este martes durante el acto de transmisión de mando de los componentes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb), celebrado en el emblemático Cuartel de la Montaña, en Caracas. Esta aparición se produce tras un prolongado silencio que generó especulaciones sobre su paradero, alimentadas por rumores que indicaban su posible detención o intento de huida del país.
Amoroso, quien había estado ausente de la escena pública durante 71 días, fue visto en compañía del fiscal general Tarek William Saab y la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Beatriz Rodríguez. En un momento significativo, el presidente Nicolás Maduro y la primera combatiente, Cilia Flores, se acercaron para saludarlo. Durante este encuentro, Maduro estrechó la mano de Amoroso con una sonrisa, lo que contrastó con las tensiones que rodeaban su ausencia.
La última vez que el rector del CNE había sido visto fue en agosto, cuando entregó el material electoral al TSJ tras las elecciones presidenciales del 28 de julio, donde Maduro fue proclamado ganador con 6.408.044 votos, equivalentes al 51.95% del total. Sin embargo, esta proclamación fue objeto de críticas debido a la falta de transparencia en el proceso electoral y a los cuestionamientos sobre la totalización de los votos.
Los rumores sobre la desaparición de Amoroso se intensificaron cuando algunos medios informaron que podría haber intentado salir del país y que incluso estaba detenido en Fuerte Tiuna. Estas especulaciones llevaron a la sociedad venezolana a cuestionar su rol y el funcionamiento del CNE en un contexto electoral ya marcado por la desconfianza.
Lea también: Alcaldía de Maracaibo recolectó 35 mil toneladas de desechos en septiembre
A pesar de las controversias, la reaparición de Amoroso parece haber sido cuidadosamente orquestada para reafirmar su posición dentro del gobierno y minimizar las dudas sobre su estado. Con su presencia en un acto militar, se busca consolidar su imagen ante un electorado cada vez más escéptico respecto a los procesos electorales en Venezuela.
