En un partido que prometía ser una reivindicación del Manchester City tras cinco derrotas consecutivas, el equipo de Pep Guardiola se encontró en una montaña rusa de emociones en el Etihad Stadium.
A pesar de haber tomado una ventaja de 3-0, el Feyenoord sorprendió al conjunto local al remontar y dejar el marcador final en un angustiante 3-2.
Este resultado plantea serias dudas sobre la estabilidad del equipo inglés en esta temporada.
La tensión era palpable desde el inicio del encuentro, con los aficionados del Manchester City esperando ansiosos una reacción de su equipo.
Desde el primer minuto, los citizens mostraron su dominio en el campo. Phil Foden estuvo cerca de abrir el marcador, pero se encontró con una espectacular intervención del portero alemán del Feyenoord, quien desvió su disparo.
Poco después, Erling Haaland tuvo su oportunidad, pero el destino le jugó una mala pasada al estrellar su tiro contra el palo.
Sin embargo, la fortuna sonrió al City cuando se les concedió un penalti. Haaland se encargó de la ejecución y no falló, colocando el 1-0 en el marcador y brindando un respiro a los aficionados locales. Con este gol, el equipo parecía recuperar la confianza perdida en sus últimos encuentros.
La segunda parte comenzó con un Manchester City más sólido y decidido. El segundo gol llegó de manera fortuita para İlkay Gündoğan, cuyo disparo se vio favorecido por rebotes que desorientaron a la defensa rival.
Con el 2-0 en el marcador, el equipo de Guardiola se sintió aún más cómodo y comenzó a dominar el juego.
El tercer gol llegó poco después, gracias a un excelente pase de Matheus Nunes que permitió a Haaland anotar su segundo tanto de la noche. Con un 3-0 a favor, la afición del City comenzó a celebrar lo que parecía ser una victoria segura.
Sin embargo, el Feyenoord no se rindió. En un giro inesperado, Moussa aprovechó un error en la defensa local para recortar distancias y poner el 3-1 en el marcador. Este gol reavivó la esperanza en las filas del Feyenoord y sembró la incertidumbre en el Etihad Stadium.
A medida que el tiempo avanzaba, la presión aumentaba sobre los ciudadanos. En los últimos minutos del partido, el Feyenoord logró sorprender nuevamente a Ederson con un disparo que se coló en su portería. Con este gol, el marcador se redujo a 3-2 y dejó a los aficionados del Manchester City con el corazón en un puño.
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El pitido final llegó como un alivio para los jugadores del Manchester City, quienes celebraron la victoria pero no pudieron ocultar su preocupación por la forma en que se desarrolló el encuentro.
La remontada del Feyenoord dejó claro que, a pesar de la ventaja inicial, los problemas defensivos y la falta de confianza persisten en el equipo. Con este resultado, las dudas sobre la capacidad del Manchester City para recuperar su mejor versión aumentan, mientras que el Feyenoord se marcha con la cabeza alta y la certeza de haber luchado hasta el último minuto.
La próxima jornada será crucial para ambos equipos, ya que buscan reafirmar sus aspiraciones en sus respectivas competiciones.