El exjugador de la NBA Derrick Rose, quien se convirtió en un ícono del baloncesto, anunció su retiro este jueves después de una carrera que abarcó 16 años. Con una trayectoria marcada por su excepcional talento y desafíos personales, Rose se despide del deporte que lo catapultó a la fama y que le permitió dejar una huella imborrable en la liga.
A sus 35 años, Rose compartió su decisión a través de las redes sociales, expresando su satisfacción por haber dado todo de sí en el juego. “Sabiendo que di todo de mí por el juego, me siento seguro de mi decisión”, declaró a ESPN. “El baloncesto fue solo el comienzo para mí. Ahora, es importante que le dé todo de mí a mi familia, ellos se lo merecen”.
Además, el exjugador realizó un gesto significativo al publicar anuncios de página completa en los periódicos locales de las seis ciudades donde jugó: Chicago, Nueva York, Cleveland, Minneapolis, Detroit y Memphis, agradeciendo a cada base de fanáticos por su apoyo.
La decisión de Rose se produce tras un acuerdo con los Memphis Grizzlies, quienes accedieron a dejarlo salir del último año de su contrato. Este movimiento marca el final de una carrera que comenzó con grandes promesas y que estuvo marcada por lesiones que limitaron su tiempo en la cancha.
Derrick Rose llegó a la NBA como la primera selección general del draft de 2008, siendo elegido por los Chicago Bulls. Desde su debut, rápidamente se destacó como una de las estrellas más emocionantes del baloncesto. Fue galardonado como Novato del Año en 2008-09 y logró ser seleccionado como All-Star en tres ocasiones consecutivas. Su mayor logro llegó en la temporada 2010-11, cuando se convirtió en el MVP más joven en la historia de la NBA a los 22 años, promediando 25.0 puntos y 7.7 asistencias por partido, llevando a los Bulls a un récord impresionante de 62-20.
Sin embargo, su carrera sufrió un duro golpe en 2012 cuando se rompió el ligamento cruzado anterior durante los playoffs. Esta lesión lo mantuvo fuera de juego durante toda la temporada siguiente y lo limitó a solo 10 partidos en la temporada 2013-14. A pesar de estos contratiempos, Rose continuó luchando por regresar a su mejor forma.
Su tiempo con los Bulls llegó a su fin cuando fue traspasado a los New York Knicks en 2016. A partir de ahí, su carrera se tornó más errática debido a las lesiones recurrentes. A pesar de esto, Rose mostró destellos de su antiguo esplendor durante sus etapas con los Knicks, Cleveland Cavaliers, Minnesota Timberwolves y Detroit Pistons.
A lo largo de su carrera, Derrick Rose dejó una marca indeleble en el baloncesto profesional. Con un promedio final de 17.4 puntos y 5.2 asistencias por partido en 723 encuentros, incluyendo 518 como titular, Rose demostró ser un jugador clave tanto en momentos críticos como durante la temporada regular. Sin embargo, sus últimos años fueron complicados; jugó solo 77 partidos en las últimas tres temporadas, incluyendo 24 en su última campaña con Memphis.
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El legado de Rose no solo radica en sus estadísticas impresionantes o premios individuales; también es recordado por su resiliencia y dedicación al juego. Su habilidad para superar adversidades ha inspirado a muchos dentro y fuera del deporte.
Con su retiro, Derrick Rose cierra un capítulo significativo en la historia del baloncesto y deja atrás una carrera llena de logros memorables y momentos inolvidables que seguirán siendo celebrados por aficionados y jugadores por igual. Su futuro ahora se enfocará en su familia y nuevos proyectos fuera del baloncesto profesional, aunque siempre será recordado como uno de los grandes talentos que ha tenido la NBA.