En los municipios de Cúcuta y Villa del Rosario, ubicados en el departamento de Norte de Santander, Colombia, más de 7.000 niños venezolanos asisten a las aulas públicas locales. Esta cifra refleja el impacto significativo que tiene la migración venezolana en la educación regional. La mayoría reside en áreas como Bolívar y Pedro María Ureña, donde las autoridades han implementado medidas para garantizar su integración educativa.
Niños estudiantes en Cúcuta y Villa del Rosario
En Villa del Rosario, más de 5.000 niños venezolanos están matriculados en las instituciones educativas locales. Muchos provienen originalmente de San Antonio del Táchira y parroquias cercanas como El Palotal o Juan Vicente Gómez. En Cúcuta capital se encuentran cerca de 2.200 estudiantes venezolanos que residen principalmente en Pedro María Ureña.
Estos niños reciben los mismos beneficios que sus pares colombianos dentro del sistema educativo local; sin embargo enfrentan desafíos logísticos significativos al tener que cruzar diariamente desde Venezuela hacia Colombia para asistir a clases. Aunque se ha intentado facilitar el transporte escolar transfronterizo para estos estudiantes, problemas legales han impedido hasta ahora su implementación.
Los padres deben hacer un gran esfuerzo económico para asegurarles una formación adecuada,
ya que ven mejoras sustanciales tanto en calidad docente cuanto infraestructura comparadas con lo disponible actualmente en Venezuela debido al deterioro generalizado allí.
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El Megacolegio de la Frontera es un ejemplo destacado donde se ha enfatizado la integración binacional entre estudiantes colombianos y venezolanos. Este modelo busca no solo brindar acceso igualitario sino también fomentar valores interculturales que promuevan cohesión social entre ambas comunidades fronterizas.