El lunes 16 de diciembre, un tiroteo en la Escuela Cristiana Abundant Life en Madison, Wisconsin, resultó en la muerte de cinco personas, incluida una estudiante de 15 años que se quitó la vida tras el ataque.
Entre las víctimas se encuentran un docente y un alumno, mientras que otros dos estudiantes están hospitalizados en estado crítico.
El jefe de policía de Madison, Shon Barnes, informó que la agresora utilizó una pistola de 9 mm y que no había detectores de metales en la escuela, que alberga aproximadamente 390 estudiantes.
Las autoridades cerraron las calles cercanas mientras se realizaba la investigación. El presidente Joe Biden instó al Congreso a «actuar» para abordar la creciente violencia armada en el país, calificando el tiroteo como «inaceptable» y un recordatorio de la necesidad urgente de reformas en el control de armas.
Este suceso se suma a una alarmante tendencia de tiroteos escolares en EE. UU., donde este año se han registrado 322 incidentes similares. La comunidad escolar y los padres expresaron su dolor y preocupación por la seguridad en las instituciones educativas.