En medio de la agitación política que ha sacudido a Venezuela desde las controvertidas elecciones del pasado 28 de julio, los senadores estadounidenses Rick Scott y Marco Rubio han dado un paso contundente al presentar un proyecto de ley destinado a aumentar significativamente la recompensa por información que lleve al arresto y condena de Nicolás Maduro, líder del régimen venezolano.
La propuesta legislativa busca elevar el monto máximo de la recompensa de 15 millones de dólares a una cifra sin precedentes de 100 millones de dólares.
Según indicó el senador Rick Scott, la financiación de esta recompensa provendría de activos confiscados que actualmente están en manos de Maduro, altos funcionarios de su gobierno y sus cómplices, asegurando que no se utilizarán fondos públicos para este fin.
Scott expresó enfáticamente su convicción de que es hora de liberar a Venezuela del régimen ilegítimo que encabeza Nicolás Maduro.
Criticó la postura de la administración Biden-Harris por lo que calificó como un enfoque fallido de apaciguamiento que solo habría fortalecido el poder de Maduro y sus aliados cubanos en detrimento del pueblo venezolano.
Por otro lado, Marco Rubio se sumó a la causa afirmando que Estados Unidos debe intensificar sus esfuerzos para detener lo que describió como el «narcodictador» Nicolás Maduro.
Rubio destacó que ha solicitado a Interpol emitir una alerta roja para colaborar en la detención de Maduro y que esta legislación surge como respuesta a esa petición, elevando la recompensa por su captura a la impresionante cantidad de 100 millones de dólares.
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Esta medida profundiza el cerco internacional sobre Maduro y envía un mensaje claro de rechazo a las prácticas autoritarias y violatorias de los derechos humanos que se le atribuyen al régimen venezolano.
La propuesta de Scott y Rubio marca un nuevo capítulo en la presión internacional hacia el gobierno de Maduro y busca promover un cambio político en Venezuela que responda a los intereses y aspiraciones de su población.
A medida que la crisis política en Venezuela continúa desatando tensiones y confrontaciones, la propuesta de los senadores estadounidenses plantea un desafío directo al liderazgo de Maduro y representa un esfuerzo determinado por parte de la comunidad internacional para impulsar un cambio democrático en el país sudamericano.
