El delantero venezolano Salomón Rondón ha vivido una temporada de ensueño a sus 34 años, demostrando que la pasión puede ser el motor para alcanzar la cima del fútbol internacional. Su historia cuando jugaba descalzo en las calles de Catia, el barrio caraqueño donde nació, es una demostración de perseveracia y disciplina.
La sonrisa de un niño jugando sin zapatos de marca en las canchas de tierra de Catia se ha convertido en la fuerza motriz detrás de la carrera de Salomón Rondón. Este año, el delantero ha brillado en la Copa de Campeones de la Concacaf, llevándose el premio al Mejor Jugador del torneo y coronándose como máximo goleador con un impresionante total de 9 tantos. Su liderazgo fue fundamental para que los Tuzos del Pachuca se impusieran 3-0 sobre el Columbus Crew en la emocionante final del torneo.
En una entrevista reciente, Rondón compartió sus sentimientos tras finalizar la temporada: “Si uno está pleno en la cabeza, las cosas fluyen naturalmente. Eso es lo que me ha sucedido en estos seis meses”. El futbolista, lleno de confianza y en excelente forma deportiva, tiene claro su próximo destino: regresar a sus raíces, al lugar que lo vio crecer.
La selección de Venezuela se prepara para la Copa América de este verano, y Rondón será una pieza clave en el equipo. En el torneo, coincidirá con algunos de sus amigos y rivales de la Liga Mx, ya que La Vinotinto asumirá la fase de grupos en la misma llave que México.


