La estatua de tamaño real del exfutbolista Daniel Alves, que la ciudad brasileña de Juazeiro había instalado en homenaje a su más famoso conciudadano, fue retirada de la plaza en la que era exhibida luego de una larga polémica y de protestas ciudadanas, resultados de las acciones que el futbolista hizo y que hicieron que fuera condenado en España por abuso sexual.
Por su parte, la Alcaldía de Juazeiro, ciudad de unos 220.000 habitantes en el interior del estado de Bahía (noreste), informó que retiró el monumento este lunes 29 de abril para atender una recomendación del Ministerio Público y «en cumplimiento de las leyes vigentes».
Antes de que la municipalidad finalmente aceptara retirarla, lo que hizo en la madrugada de este lunes y sin aviso previo, la estatua fue blanco de protestas y actos de vandalismo de movimientos ciudadanos y de grupos de defensa de los derechos de la mujer por homenajear a un futbolista condenado por violación.
Pese a la motivación de tales protestas, el Ministerio Público (fiscalía) consiguió convencer a la alcaldía con el argumento de que el monumento viola la legislación tanto del municipio de Juazeiro como del estado de Bahía, ya que ambos prohíben homenajes a personas vivas hechas con recursos públicos.
El Ministerio Público asumió el caso a raíz de una denuncia presentada por la activista Manuella Tyler, como reacción a la condena por abuso sexual.
En declaraciones publicadas en redes sociales, Tyler afirmó que la permanencia de esta escultura ponía en cuestión el «valor y la dignidad de las mujeres».
Alves fue condenado el 22 de febrero a cuatro años y seis meses de prisión por agredir sexualmente a una joven de 23 años en una discoteca de Barcelona. Sin embargo, salió de prisión a finales de marzo tras haber pagado la fianza de un millón de euros impuesta por la Audiencia de Barcelona.