El Real Madrid demostró una vez más por qué es considerado uno de los mejores equipos del mundo. En la final de la Champions League, los merengues vencieron 2-0 al Borussia Dortmund en el estadio de Wembley, levantando el título europeo por decimoquinta vez.
Durante los primeros 45 minutos, el equipo alemán se impuso y fue claramente superior al Madrid, que no lograba encontrarse y algunas de sus figuras habituales – como Toni Kroos – fallaban pases claros. Un par de intervenciones de Thibaut Cortuois y un travesaño de Niclas Fullkrug evitaron que el Dortmund se fuera arriba en el marcador.
Sin embargo, los roles se invertirían completamente en la segunda mitad del encuentro. Los cambios estratégicos de Ancelotti se reflejaron a la perfección sobre el terreno de juego y el mediocampo del equipo cuajó con mayor precisión.
Tras varias embestidas – a las que el arquero Kobel respondió con atajadas monumentales -, finalmente llegó el gol de los ‘merengues’ al minuto 73 tras un centro de Toni Kroos que Daniel Carvajal empalmó con un cabezazo. El Dortmund no despertaba.
La estocada final del partido llegó al minuto 83 tras un garrafal error de un defensor alemán, quien le cedió el balón a Jude Bellingham y este vio a Vinicius solo por el costado izquierdo. El talentoso brasileño definió con frialdad y la mandó a guardar.
El técnico italiano Carlo Ancelotti, que ya había ganado dos títulos de la Champions con el AC Milan, sumó su tercer título con el Real Madrid, reafirmando su estatus como el rey de la Champions. La noche también fue especial para el mediocampista alemán Toni Kroos, quien se despidió del conjunto blanco como una leyenda absoluta.
Con este campeonato, Luka Modric, Carvajal, Kroos y Nacho suman seis títulos de la Champions, empatando al legendario Paco Gento, ídolo madridista.
El Real Madrid ha demostrado un dominio impresionante en la última década, ganando seis Champions en los últimos 10 años. Bajo el mando de Carlo Ancelotti (2014, 2022 y 2024) y Zinedine Zidane (2016, 2017 y 2018), el equipo español se ha consagrado como la potencia indiscutible en Europa.