El presidente de Rusia, Vladímir Putin, expresó su agradecimiento a Corea del Norte por su apoyo a la invasión de Ucrania, durante su visita a Pyongyang para una cumbre con el líder norcoreano, Kim Jong-un.
Putin, quien realizó su primer viaje a Corea del Norte en 24 años, destacó la importancia de la cooperación entre ambos países para enfrentar las sanciones impulsadas por EE.UU. y fortalecer sus lazos en medio de las crecientes tensiones con Washington.
En un artículo de opinión publicado en los medios estatales de Corea del Norte horas antes de su llegada a Pyongyang, Putin agradeció el firme respaldo del régimen de Kim Jong-un a la invasión de Ucrania por parte de Rusia. El mandatario ruso enfatizó que ambos países continuarán oponiéndose a las ambiciones occidentales de obstaculizar el establecimiento de un orden mundial multipolar basado en el respeto mutuo por la justicia.
Además, Putin anunció que Rusia y Corea del Norte desarrollarán sistemas comerciales y de pago que no estén controlados por Occidente, y se opondrán conjuntamente a las sanciones unilaterales e ilegales impuestas por los países occidentales.
Asimismo, señaló que ampliarán la cooperación en materia de turismo, cultura y educación. Ambos países están lidiando con sanciones económicas, y la visita de Putin destaca la importancia de fortalecer sus relaciones en un contexto internacional complejo.
Antes de dirigirse a Corea del Norte, Putin viajó a Yakutsk, una ciudad en el este de Rusia, donde se reunió con el gobernador local y recibió información sobre la tecnología de la región y los proyectos relacionados con la defensa. El estrechamiento de lazos entre Rusia y Corea del Norte ha reavivado las tensiones internacionales, especialmente con Estados Unidos y Corea del Sur.
Las preocupaciones sobre un posible acuerdo armamentista entre Corea del Norte y Rusia han generado inquietud en Estados Unidos y Corea del Sur, quienes temen que esto aumente la amenaza planteada por el programa de misiles y armas nucleares de Kim Jong-un.
Desde la reunión entre Kim Jong-un y Putin en 2019, los intercambios militares en ambos países han aumentado considerablemente, lo que profundiza las preocupaciones de la superpotencia de Occidente y el vecino de Corea del Norte.
Rusia ha brindado cobertura política a los esfuerzos de Corea del Norte por mejorar su arsenal nuclear, bloqueando los intentos de imponer nuevas sanciones al país. Sin embargo, las acusaciones sobre transferencias de municiones norcoreanas han generado tensiones adicionales en el ámbito internacional.
La amenaza nuclear
Rusia es una potencia nuclear con un vasto arsenal de armas nucleares, mientras que Corea del Norte ha llevado a cabo pruebas nucleares y ha desarrollado capacidades nucleares. Una alianza entre ambos países podría significar una mayor proliferación de armas nucleares y tecnología relacionada, lo que aumentaría el riesgo de conflictos nucleares y desestabilizaría la región.
Además, Rusia es un importante proveedor de armas convencionales, incluyendo sistemas avanzados de defensa aérea, misiles y tecnología militar. Si se estableciera una alianza armamentista con Corea del Norte, esto podría reforzar su capacidad militar y aumentar las tensiones con Corea del Sur, Japón y países vecinos.
Por otro lado, una alianza armamentista entre Rusia y Corea del Norte podría socavar los esfuerzos diplomáticos internacionales para contener la proliferación de armas nucleares y promover la paz y la estabilidad en la región.
Esta posible alianza podría encrudecer las sanciones por parte de la comunidad internacional y organismos como la Organización de la Naciones Unidas, para así regular la venta de armamento, tecnología y equipos militares.
Esto podría incluir esfuerzos para reanudar las conversaciones sobre el programa nuclear de Corea del Norte y buscar soluciones pacíficas a las disputas militares y geopolíticas.