La Policía Federal de Brasil ha detenido este sábado a un ciudadano venezolano acusado de un acto atroz: la tortura y posterior muerte de su hijastro de tan solo dos años. El arresto se produjo en la ciudad fronteriza de Pacaraima, frustrando los planes del sospechoso de huir a Venezuela.
La captura preventiva se llevó a cabo tras una intensa búsqueda coordinada por las autoridades brasileñas, que culminó con la localización del hombre en Pacaraima. El sospechoso ya figuraba en la lista roja de Interpol por el grave asalto al menor ocurrido en abril en Curitiba, al sur del país. La distancia no impidió que la justicia siguiera su curso, y el seguimiento detallado permitió actuar con celeridad ante el inminente intento de fuga del acusado.
El pequeño, víctima de múltiples agresiones, no sobrevivió a las heridas infligidas y falleció días después en el hospital. Este trágico desenlace ha conmocionado a la comunidad y ha puesto en relieve la determinación de las autoridades para llevar ante la justicia a aquellos que cometen actos tan despreciables.
Ahora, el hombre enfrenta cargos por “tortura con resultado de muerte”, un delito grave en Brasil que puede resultar en una condena de entre 8 y 16 años de prisión.