El sábado 15 de junio, el Ejército israelí reportó la muerte de ocho de sus soldados en el sur de la Franja de Gaza, tras la explosión de un vehículo blindado Namer.
Este trágico incidente eleva a 306 el número total de militares israelíes fallecidos desde el inicio de la operación terrestre en Gaza, el pasado 27 de octubre.
Según las Brigadas al Qasam, el brazo armado de Hamás, el ataque fue una emboscada dirigida contra vehículos enemigos cerca de Tal al Sultan, en el oeste de Rafah. Utilizando un proyectil Al Yassin 105, lograron incendiar y destruir el vehículo blindado de ingeniería de combate Namer, causando la muerte de los ocho militares.
El portavoz del Ejército, Daniel Hagari, sugirió que el incidente pudo haber sido provocado por un dispositivo explosivo o un misil antitanque.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, expresó sus condolencias en un videocomunicado, subrayando la determinación de Israel en continuar combatiendo. Netanyahu hizo referencia a la amenaza de Irán y otros actores hostiles, afirmando que Israel no tiene alternativa más que buscar la victoria en esta guerra que abarca múltiples frentes.
Este suceso representa la jornada más letal para el Ejército israelí desde enero, cuando 21 soldados murieron en un incidente similar. Mientras tanto, en Cisjordania, el Ministerio de Salud palestino denunció la muerte de un joven de 16 años por disparos durante una redada en Beit Furik, atribuyendo el hecho a las fuerzas de ocupación israelíes.