Este viernes, el ministro encargado del Trabajo, Iván Daniel Jaramillo Jassir, junto a la procuradora delegada para Asuntos de Trabajo y Seguridad Social, Diana Margarita Ojeda, declararon la inviabilidad de alcanzar acuerdos con más de 10 organizaciones sindicales que mantienen una huelga nacional desde el 31 de mayo.
Desencuentro por bonificaciones y restricciones legales
Uno de los principales puntos de conflicto deriva de la negativa presidencial para aprobar una bonificación solicitada por los sindicatos y que el Ministerio del Trabajo se había comprometido a gestionar.
La decisión de no autorizar estos beneficios radica en las medidas de austeridad adoptadas por el Gobierno Nacional para abordar problemas fiscales.Además, la procuradora Ojeda señaló que, según el Código Sustantivo del Trabajo, la huelga de empleados públicos está prohibida, lo que ha generado tensiones adicionales con las organizaciones en paro.
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Recomendaciones y denuncias pendientes
Ante esta situación, la Procuraduría exhortó a los manifestantes a retomar sus labores argumentando que su inactividad perjudica seriamente al país.
Asimismo, la institución hizo hincapié en que muchas de las quejas planteadas por los trabajadores deberían ser resueltas por inspectores laborales, y no por la Procuraduría General de la Nación.
Resistencia en el departamento del Cesar
Por otra parte, en la sede regional del Ministerio del Trabajo en el departamento del Cesar, los empleados mantenían la protesta con carteles denunciando incumplimientos de acuerdos previos.
Un miembro del Comité de Huelga local remarcó que las demandas incluyen problemas arrastrados de años anteriores, abarcando no solo aspectos salariales, sino también infraestructurales.
La tensión persiste en medio de reclamos no atendidos y una postura ambigua por parte de las autoridades, dejando en vilo el futuro de las negociaciones y la estabilidad laboral en el sector.