Un grupo de migrantes provenientes de Centroamérica, Perú, Ecuador y otros países denunció este lunes una ola de secuestros masivos en la región de Tapachula, en la frontera de México con Guatemala.
Los delincuentes, armados y vigilantes, marcan a las víctimas con sellos en los brazos y luego exigen dinero para liberarlas, generando un clima de temor e inseguridad entre la comunidad migrante.
Las víctimas, que prefieren mantener el anonimato por miedo a represalias, relataron que fueron secuestradas hace una semana por grupos criminales que ahora patrullan la zona en motocicletas y camionetas armadas.
Una vez capturados, los migrantes son llevados a lugares desconocidos donde son retenidos contra su voluntad.
Uno de los afectados compartió su experiencia, mencionando que al intentar escapar, los secuestradores los obligaron a reunirse con el resto del grupo o seguirlos sin posibilidad de retroceder. Tras el pago de aproximadamente 1.500 pesos mexicanos a cada uno (unos 90 dólares), les colocaron un sello identificativo y grabaron videos para futuras referencias.
Esta situación alarmante se produce en medio de un aumento del 77 % en la migración irregular durante el año 2023, con más de 782.000 migrantes detectados por el Gobierno mexicano en esta condición.
La vulnerabilidad de los migrantes se ve exacerbada por estas prácticas delictivas que ponen en peligro su integridad física y emocional.
Ante esta situación preocupante, las autoridades locales y organizaciones defensoras de los derechos humanos han instado a tomar medidas urgentes para proteger a la comunidad migrante en Tapachula y prevenir futuros secuestros masivos.