Desde que inició su gira The Celebration Tour, Madonna genera polémica con algunas de las escenas presentadas en sus conciertos, que agotaron entradas en diversas partes del mundo.
A pesar de ser aclamada por su puesta en escena innovadora, con múltiples cambios de decorado, trajes espectaculares, luces deslumbrantes y pantallas gigantes, surgieron críticas debido a partes del espectáculo que insinúan ámbitos sexuales explícitos.
Una denuncia presentada por Justen Lipeles, asistente al concierto en el Kia Forum de Inglewood (California), reveló acusaciones contra Madonna y los organizadores del evento. En su reclamo, Lipeles menciona prácticas comerciales engañosas, contenido sexual sin previo aviso e incumplimientos en las condiciones del espectáculo. Señala que durante el show se presentaron escenas perturbadoras que incluían mujeres en topless simulando actos sexuales, lo que generó malestar entre muchos asistentes.
Además, la demanda resalta la falta de adecuación del lugar, con problemas de climatización que causaron incomodidad a la audiencia y provocaron mareos. Según Lipeles, Madonna habría sugerido a los presentes quitarse la ropa como solución, una situación que añade más controversia al caso.
Este asistente busca compensaciones por los daños sufridos, la devolución del valor de la entrada y la prohibición de las supuestas prácticas injustas mediante una orden judicial.
Las quejas contra la artista no solo se limitan a este incidente en California, ya que previamente se había reportado la impuntualidad de Madonna en otros shows, donde llegó tarde y enfrentó demandas por publicidad falsa.