La independencia de Venezuela fue un proceso jurídico-político que puso fin a los lazos que existían entre la Capitanía General de Venezuela y el Imperio español, reemplazando la monarquía absoluta por la república.
Este proceso, que se desarrolló entre 1811 y 1823, fue el resultado de la lucha de las fuerzas republicanas venezolanas contra el dominio español para obtener la soberanía del país.
Antecedentes y declaración de independencia
En 1810, el gobernador español Vicente Emparán fue destituido como Capitán General de la Capitanía General de Venezuela.
Ese mismo año, un grupo de criollos y mantuanos liderados por Francisco de Miranda, Andrés Bello y Simón Bolívar proclamaron la independencia de Venezuela a través del Acta de Independencia en Caracas.
El 5 de julio de 1811, el Congreso Constituyente declaró la independencia absoluta de Venezuela del Imperio español.
Desarrollo de la guerra de independencia
La guerra de independencia de Venezuela fue uno de los conflictos más reñidos y costosos para la nación en todos los sentidos.
El territorio venezolano cambió varias veces de mano, y las batallas independentistas contaron en los primeros años con un escaso apoyo popular debido al odio de las clases bajas al predominio de los mantuanos.
Durante los trece años que duró el conflicto, solo hubo unos cinco meses de paz generalizada en el país, producto del Tratado de Armisticio y Regularización de la Guerra de 1820.
Consecuencias y legado
Como consecuencia de la guerra, Venezuela obtuvo su independencia convirtiéndose en un Estado soberano.
La guerra de independencia de Venezuela también repercutió favorablemente en las demás guerras de independencia que se llevaban a cabo en el subcontinente suramericano.
Tras la victoria de Bolívar en Venezuela, su ejército fue conducido al resto de la Nueva Granada y El Perú, participando activamente en la liberación de dichos territorios.
Sin embargo, el país quedó arrasado después de 13 años de guerra, con al menos 200.000 personas muertas a consecuencia de las batallas, las enfermedades, el hambre o las represalias.
Además, la contienda facilitó la aparición de caudillos militares que produjeron en los años sucesivos el estallido de conflictos civiles internos.
España finalmente reconocería la independencia de Venezuela el 30 de marzo de 1845 con la firma del Tratado de Paz y Reconocimiento.
La independencia de Venezuela fue un proceso histórico de lucha y emancipación que marcó un hito en la historia del país y de la región.
A pesar de los altos costos y las dificultades, la determinación y el valor de quienes lucharon por la libertad y la soberanía de Venezuela siguen siendo un ejemplo y un legado para las generaciones futuras.
Hoy, 5 de julio, los venezolanos conmemoran con orgullo y patriotismo este momento crucial de su historia