El fiscal general de Brasil, Jorge Messias, ha pedido la regulación de las redes sociales en el país. Esta solicitud surge después de que Elon Musk, propietario de la plataforma de redes sociales X, amenazara con desobedecer una orden judicial que prohíbe ciertas cuentas y criticara la “censura agresiva”.
En una publicación en X, Messias expresó su preocupación por el control que los multimillonarios extranjeros tienen sobre las redes sociales y su potencial para violar el Estado de Derecho. El Supremo Tribunal Federal de Brasil ha calificado el desafío de Musk como una obstrucción “flagrante” a la justicia y ha pedido una investigación policial.
Musk, quien se autodenomina un “absolutista de la libertad de expresión”, ha relajado las políticas de moderación de contenidos de X y ha restablecido varias cuentas previamente bloqueadas. Orlando Silva, un legislador brasileño, ha propuesto un “régimen de responsabilidades para estas plataformas digitales” en respuesta a las acciones de Musk.
El equipo de asuntos gubernamentales globales de X ha declarado que se vio “obligado por decisiones judiciales a bloquear ciertas cuentas populares en Brasil”. A pesar de las amenazas de “multas diarias” por incumplimiento, X planea impugnar legalmente las órdenes cuando sea posible.
Musk ha sugerido que el juez Alexandre de Moraes está detrás de la prohibición y ha pedido su renuncia o juicio político. A pesar de las críticas, Musk ha afirmado que X desafiará la orden del tribunal y levantará todas las restricciones, incluso si esto significa perder todos los ingresos en Brasil y tener que cerrar su oficina allí. Este enfrentamiento pone de relieve la tensión entre las autoridades gubernamentales y las plataformas de redes sociales, y subraya la necesidad de una regulación efectiva.