La pesadilla macronista se hizo realidad en Francia. La polémica apuesta presidencial por adelantar las elecciones legislativas tras la victoria de la ultraderecha en los comicios europeos del pasado 9 de junio resultó una medida contraproducente para el presidente de Francia.
La ultraderechista Agrupación Nacional (RN) confirmó su impulso político y liderara en el apoyo en la primera vuelta, con el 33,15% de los votos, según datos del ministerio de Interior.
El rasgo más llamativo de los resultados de la primera vuelta no es la victoria de la extrema derecha en la primera vuelta, bastante anunciada por sondeos previos a la jornada electoral, sino el surgimiento del recién creado bloque izquierdista Nuevo Frente Popular como segundo, obteniendo 27,99% de las boletas y desplazando, por ahora, a Juntos como una alternativa real a un Gobierno que incluya a la extrema derecha francesa.
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La arriesgada movida política de Macron para capitalizar de nueva cuenta el discurso alarmista basado en la dicotomía con el extremismo y él como única alternativa real falló, abriéndole las puertas a la extrema derecha para registrar su victoria en la primera vuelta, aún no definitiva pues hay una segunda ronda el 7 de julio, pero que pone más cerca la posibilidad de la cohabitación con los extremos.
Vive la République et vive la France ! 🇫🇷 pic.twitter.com/DJFFtvJ5WO
— Marine Le Pen (@MLP_officiel) June 30, 2024
El desempeño de Juntos – coalición que comprende el partido presidencial, Renacimiento; MODEM, de centroderecha, y Horizontes, partido creado en 2021 por el ex primer ministro Edouard Philippe – solo le valió para ser tercer lugar, quedando en el fondo de la competición, con el 20,04% del favor electoral.
Para Charlotte de Beauvoir, periodista y profesora en la Universidad de los Andes en Colombia, la derrota macronista se había consumado desde la propia concepción de estas elecciones adelantadas el pasado 9 de junio, cuando Emmanuel Macron disolvió la Asamblea Nacional en un intento de retomar la legitimidad política que la extrema derecha le arrebató confiado en que la fórmula política con la que consiguió vencer a Marine Le Pen en 2022 iba a funcionar de nueva cuenta.