La cita a declarar del expresidente boliviano Evo Morales ha sacudido el panorama político del país. En medio de acusaciones de abuso sexual y la creación de una red de jóvenes, la Fiscalía ha convocado al exmandatario para que brinde su versión sobre los hechos.
El fiscal general de Bolivia, Juan Lanchipa, anunció el lunes 7 de octubre que Morales, junto a otras tres personas, deberá comparecer ante la fiscalía departamental de Tarija el próximo jueves 10 de octubre.
La investigación que se lleva a cabo incluye serias acusaciones por «estupro, trata y tráfico de personas», lo que ha generado una ola de reacciones tanto en el ámbito político como en la sociedad civil.
Un escándalo que trasciende lo judicial
Las acusaciones contra Morales han cobrado fuerza después de que el ministro de Justicia, César Siles, revelara detalles perturbadores sobre el caso.
El exmandatario está señalado no solo por haber abusado de una menor, sino también por haber creado una red denominada «Generación Evo», compuesta por jóvenes de entre 14 y 15 años.
Según las denuncias, los padres de la supuesta víctima habrían recibido beneficios a cambio de entregar a su hija al expresidente.
La fiscal departamental de Tarija, Sandra Gutiérrez, quien fue destituida temporalmente por intentar ejecutar una orden de captura contra Morales, también ha sido una figura clave en este escándalo.
Gutiérrez fue reinstalada en su cargo y será responsable de tomar la declaración del exmandatario. Su despido y posterior restitución han añadido un matiz de controversia al caso, sugiriendo posibles presiones políticas detrás de escena.
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La respuesta de Evo Morales
A sus 64 años, Morales se ha convertido en un símbolo de la oposición al actual gobierno de su exministro Luis Arce.
En un mensaje publicado en X (Twitter), el exmandatario no tardó en calificar las acusaciones como parte de una «lawfare» o persecución judicial, atribuyendo la situación a una «traición» por parte del presidente Arce.
Morales sostiene que las acciones legales en su contra son un intento deliberado para obstaculizar su posible candidatura en las elecciones presidenciales de 2025.
«Nos iniciaron cuatro procesos judiciales de forma simultánea, todos con acciones forzadas para buscar nuestra aprehensión», afirmó Morales, sin hacer mención directa a la citación de la fiscalía.
Sus declaraciones han resonado entre sus seguidores y han alimentado un clima de polarización política en el país.