El empresario Elon Musk presentó una demanda contra OpenAI, la organización responsable de ChatGPT, alegando que violó los principios fundamentales que aceptó cuando contribuyó a su creación en 2015.
La demanda, dirigida también contra el director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, sostiene que la empresa se alejó de su compromiso inicial de ser una entidad de código abierto y sin fines de lucro.
En lugar de buscar «beneficiar a la humanidad», como se pretendía originalmente, Musk argumenta que OpenAI se está enfocando en «maximizar las ganancias» para su importante inversor, Microsoft.
OpenAI, que fue concebida con la ambiciosa meta de desarrollar una inteligencia artificial general (AGI) capaz de realizar cualquier tarea humana, fue establecida como una entidad sin fines de lucro, con la premisa de no buscar beneficios económicos.
La demanda, presentada en San Francisco, alega que fue bajo estas premisas que Musk se unió a la fundación de OpenAI, en colaboración con Altman y el cofundador Greg Brockman, antes de retirarse tres años después.
Hasta el momento, OpenAI no ha emitido comentarios sobre la demanda interpuesta por Elon Musk.
“Este caso se presenta para obligar a OpenAI a cumplir con el Acuerdo Fundacional y regresar a su misión de desarrollar la IA General para el beneficio de la humanidad, no para beneficiar personalmente a los Demandados individuales y a la compañía tecnológica más grande del mundo”, dice la demanda.
Según un informe del Wall Street Journal, esta investigación se inició después de un incidente en la sala de juntas de OpenAI en noviembre de 2023, donde el fundador de la empresa, Altman, fue expulsado de la junta directiva y luego reintegrado días después.
La junta acusó a Altman de falta de sinceridad en sus comunicaciones y afirmó que habían perdido confianza en su liderazgo.
En ese momento, la junta acusó a Altman de no ser «consistentemente sincero en sus comunicaciones» y dijo que, como resultado, habían «perdido confianza» en su liderazgo.
Esta disputa también involucró a Microsoft, quien ofreció contratar al personal que abandonara OpenAI.
Los abogados de Musk dicen en esta demandan que Microsoft está ejerciendo una creciente influencia sobre OpenAI, con implicaciones significativas para la empresa y su tecnología.
«Su tecnología, incluido GPT-4, es de código cerrado principalmente para servir a los intereses comerciales de propiedad de Microsoft», explican.
La relación entre Microsoft y OpenAI comenzó con una inversión inicial de mil millones de dólares en 2019, poco después de que OpenAI, que anteriormente operaba como una organización sin fines de lucro, anunciara una nueva estructura que permitiría inversiones.
Con el tiempo, esta inversión se convirtió en una asociación multimillonaria de varios años en enero de 2023, tras el lanzamiento del chatbot de OpenAI, ChatGPT.
La asociación ahora está siendo examinada por los reguladores del Reino Unido, la UE y los EE. UU.
Fuente: BBC