El expresidente estadounidense y actual candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, se pronunció el viernes 30 de agosto de 2024, en contra de una enmienda que busca derogar la prohibición del aborto en Florida después de seis semanas de gestación. La situación se complica aún más por el hecho de que Trump, residente en Florida, se enfrenta a un referéndum que podría cambiar el panorama de los derechos reproductivos en el estado.
La controversia comenzó el jueves, cuando el ex presidente, en una entrevista con la cadena NBC News, se apartó del discurso habitual de su partido al afirmar que el plazo de seis semanas para la prohibición del aborto es «demasiado corto».
«Voy a votar que necesitamos más de seis semanas», declaró, sugiriendo que apoyaría la enmienda impulsada por grupos favorables al aborto. Esta declaración sorprendió a muchos, ya que varios estados gobernados por republicanos han adoptado restricciones similares, generando un clima de tensión en torno al tema.
Sin embargo, la campaña de Trump rápidamente trató de matizar sus comentarios, indicando que el exmandatario aún no había decidido su voto y que solo había expresado su opinión sobre el margen de tiempo. Al día siguiente, en un mitin en Johnstown, Pensilvania, Trump ajustó su mensaje, afirmando: «Se necesitan más de seis semanas. (…) Pero al mismo tiempo, los demócratas son radicales, (…) así que votaré que no por esa (última) razón». Con estas palabras, Trump buscó alinearse nuevamente con la base conservadora de su partido, que se opone firmemente a cualquier flexibilización de las leyes sobre el aborto.
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En su discurso, el candidato republicano no escatimó en críticas hacia el partido demócrata, acusando a sus oponentes de permitir abortos en el noveno mes y de promover prácticas extremas, como la «ejecución» de bebés tras el nacimiento. Estas afirmaciones han sido objeto de controversia y han sido desmentidas por múltiples fuentes, pero reflejan la estrategia de Trump de movilizar a su base a través de un lenguaje incendiario.
La respuesta de la vicepresidenta Kamala Harris no se hizo esperar. En una declaración escrita, Harris criticó a Trump, afirmando que su postura sobre el aborto es clara: «votará a favor de mantener una prohibición tan extrema que se aplica incluso antes de que muchas mujeres sepan que están embarazadas».
Harris enfatizó que la posición de Trump pone en riesgo la salud y la vida de las mujeres, quienes podrían verse obligadas a enfrentar situaciones críticas sin acceso a la atención médica necesaria. «Trump piensa que es ‘algo hermoso’ que mujeres en Florida y en todo el país sean rechazadas en las salas de emergencia, enfrenten situaciones que ponen en peligro sus vidas y se vean obligadas a viajar cientos de millas para recibir la atención que necesitan», agregó.