Autoridades de Ecuador y Colombia anunciaron el desmantelamiento de dos grandes laboratorios de drogas en la frontera entre ambos países.
Estas instalaciones tenían la capacidad de procesar al menos 10 toneladas de droga por semana y estaban operadas por grupos criminales.
El primer laboratorio, ubicado en la provincia de Esmeraldas, Ecuador, tenía la capacidad de producir 15 toneladas de droga y empleaba entre 60 y 80 personas. En el lado colombiano, el Ejército encontró otro laboratorio con capacidad para procesar 10 toneladas de droga, aunque no se dieron más detalles al respecto.
Estas instalaciones pertenecían al Frente Oliver Sinisterra, vinculado a la Segunda Marquetalia, uno de los mayores grupos de disidentes de las FARC. Según las autoridades, estos laboratorios eran eslabones importantes en la cadena de distribución de drogas hacia mercados internacionales.
El operativo representó un golpe significativo a la economía ilegal del narcotráfico, estimado en unos 1.500 millones de dólares anuales. A pesar de que Ecuador es considerado un centro logístico para el tráfico de drogas, las autoridades niegan que el país esté avanzando hacia el procesamiento ilegal.
Expertos señalan que los recientes hallazgos de laboratorios en la zona fronteriza indican que los narcotraficantes colombianos buscan expandir sus operaciones a Ecuador. La lucha contra el narcotráfico en la región continúa con esfuerzos conjuntos entre ambos países y agencias internacionales como la DEA.