Durante el «Foro Parlamentario Mundial Antifascista» en Caracas, la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, descalificó los posibles resultados de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, afirmando que independientemente del ganador, el país perpetuará una política de «intervencionismo» y «fascismo».
Rodríguez enfatizó que las elecciones del 28 de julio en Venezuela fueron objeto de un plan estadounidense para desconocer sus resultados.
Rodríguez declaró que «es indiferente quien gane, Kamala Harris o Donald Trump», subrayando que la política estadounidense hacia el resto del mundo es constante y agresiva.
También recordó que el presidente Nicolás Maduro había anticipado que no reconocerían los resultados electorales en Venezuela, lo cual, según ella, fue parte de un ataque sistemático contra la soberanía nacional.
En su discurso, la vicepresidenta instó a los países presentes a unirse contra la hegemonía estadounidense y a no rendirse ante las presiones externas.
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Rodríguez denunció intentos de golpe de estado y magnicidio en Venezuela, afirmando que el país ha sido víctima de 947 sanciones económicas impuestas por Washington.
Rodríguez concluyó su intervención haciendo un llamado a la unidad regional para enfrentar lo que considera una amenaza constante del imperialismo estadounidense.
Afirmó que cualquier nuevo presidente estadounidense deberá dialogar con su administración, y advirtió sobre la posibilidad de que Venezuela se convierta en un objetivo energético para EE. UU., intensificando así las tensiones geopolíticas en la región.
