La Corte Suprema de Estados Unidos suspendió temporalmente el lunes una nueva ley de Texas que permite a la policía detener a los migrantes que entran ilegalmente en el país y que generó una nueva confrontación jurídica sobre la autoridad del gobierno federal en materia de inmigración.
La solicitud de emergencia presentada por el Departamento de Justicia llevó al máximo tribunal a bloquear la entrada en vigor de la ley de inmigración de Texas hasta la próxima semana, solicitando una respuesta del estado antes del lunes.
El enfrentamiento judicial se intensificó después de que un tribunal federal de apelaciones revocara la decisión del juez federal de distrito que había rechazado la ley firmada por el gobernador republicano Greg Abbott.

Esta medida, que iba a entrar en vigor el sábado pasado, fue descrita por el gobierno federal como una alteración profunda del “statu quo que ha existido entre Estados Unidos y los estados en el contexto de la inmigración durante casi 150 años”.
El Departamento de Justicia argumentó que la ley tendría efectos adversos significativos e inmediatos en la relación con México y crearía caos en la aplicación de las leyes federales de inmigración en Texas.
El gobierno federal también citó una sentencia de la Corte Suprema de 2012 sobre una ley de Arizona que habría permitido a la policía detener a personas por violaciones federales de inmigración, a menudo conocida por los opositores como el proyecto de ley “muéstrame tus papeles”. El máximo tribunal, en una decisión dividida, consideró que el estancamiento de la reforma migratoria en Washington no justificaba la intromisión estatal.