Según un estudio del Centro de Investigaciones Populares Alejandro Moreno, al menos 2 de cada 10 niños, niñas y adolescentes en Venezuela son analfabetas, llegando a un estimado de 2,8% de los menores de edad en el país.
El deficiente sistema educativo venezolano está dejando graves secuelas en los estudiantes de educación básica, quienes son promovidos de grado sin estar debidamente preparados, incluyendo al nivel de educación superior, denunció Radio Fe y Alegría.
Edgar Machado, presidente del Sindicato Venezolano de Maestros de Distrito Capital (Sinvema DC), expuso que «pasan de primer grado a segundo grado y no se saben el abecedario completo, no saben leer, ni sumar».
Por su parte, Ofelia Rivero, de la Unidad Democrática del Sector Educativo, alertó que la falta de políticas educativas que ataquen los problemas estructurales del sector está llevando a la desaparición del sistema escolar.
Según el Movimiento de Educación Popular y Promoción Social Fe y Alegría, existen 2 millones 800 mil niños en edad escolar fuera de los planteles educativos.

Camelia Guerrero, secretaria general del Sindicato Unitario de Magisterio del estado Bolívar (Suma Heres), afirmó que este año escolar 2023-2024 «pasó sin pena ni gloria», registrándose una alta deserción tanto de alumnos como de docentes.
Para revertir esta situación, el profesor Oscar Iván Rose, de la ONG Con La Escuela, propuso que para el nuevo período académico se reciba a los niños con clases, actividades, docentes en aula, planes concretos y específicos, además de escuelas óptimas, con seguimiento y acompañamiento. Asimismo, denunció un déficit de docentes en las aulas de al menos un 25%, con áreas críticas en Física, Química y Matemática.
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¿Cómo afecta el déficit de docentes en las áreas de Física, Química y Matemática a la educación de los niños en Venezuela?
Existe un déficit de al menos 25% de docentes en el país, llegando al 52,44% en el nivel de bachillerato. En algunas regiones como Aragua, el déficit de especialistas en estas materias alcanza el 40%.
La escasez de profesores ha provocado que muchos estudiantes pasen de grado sin haber visto estas asignaturas.
Por ejemplo, en el Liceo Andrés Bello, algunos alumnos pasaron de año sin cursar Física, Química, Matemática o Castellano.
El rendimiento académico de los estudiantes ha disminuido debido a la falta de seguimiento por parte de los docentes.
Un profesor de Matemática con 50 años de experiencia expresó que «el rendimiento de los muchachos ha bajado porque no hay tiempo para hacerles seguimiento a todos».
La incorporación de voluntarios o personas no capacitadas para suplir la falta de profesores en las aulas está afectando la calidad de la enseñanza.
Las escuelas en Venezuela están implementando varias estrategias para enfrentar la escasez de docentes en materias de ciencias:
- Agrupar materias y eliminar los horarios mosaicos, de manera que los pocos profesores disponibles puedan cubrir más horas de clase. Algunas escuelas destinan un día a la semana para reuniones donde se discute cómo llevar a cabo la integración curricular en cada año y área.
- Promover la evaluación cualitativa y calificaciones consensuadas por área del conocimiento, en lugar de por asignaturas. Esto permite que los estudiantes sean promovidos con el apoyo de varios docentes.
- Conformar equipos de trabajo entre docentes y estudiantes para aprovechar mejor los recursos humanos disponibles. También se realiza un seguimiento más personalizado del rendimiento estudiantil.
- Implementar proyectos de aprendizaje contextualizados que integren distintas áreas, fortaleciendo las actividades científicas y tecnológicas. Esto compensa en parte la falta de clases tradicionales de ciencias.
- Incorporar voluntarios o personas no capacitadas para suplir la falta de profesores en las aulas. Si bien afecta la calidad de la enseñanza, permite mantener la continuidad del servicio educativo.
Las escuelas están buscando alternativas creativas para reorganizar los recursos humanos y curriculares ante la grave crisis de falta de docentes en ciencias, pero con el riesgo de disminuir la calidad de la educación.