Clíver Alcalá, exgeneral venezolano de 62 años, admitió en junio su culpabilidad por dos delitos relacionados con el suministro de apoyo material a las FARC, grupo designado como terrorista por Estados Unidos, y la transferencia ilegal de armas de fuego.
El juez de distrito estadounidense Alvin Hellerstein pronunció la sentencia en una audiencia celebrada en el tribunal federal de Manhattan. Alcalá es el primero de cinco coacusados del actual presidente venezolano, Nicolás Maduro, quien fue acusado de «narcoterrorismo» en 2020.
Los fiscales federales habían solicitado una sentencia de 30 años para Alcalá, argumentando que, además de proporcionar armamento de grado militar a las FARC, Alcalá recibió millones de dólares en sobornos por proteger los envíos de cocaína del grupo de la intervención del ejército venezolano.
Por otro lado, los abogados defensores instaron a Hellerstein a imponer una sentencia no superior a seis años para Alcalá, quien ha estado detenido en Nueva York desde su extradición de Colombia en 2020. Afirmaron que Alcalá estaba siguiendo órdenes de Chávez cuando ayudó a las FARC y que negó cualquier participación en el narcotráfico.
Inicialmente, Alcalá había sido acusado de conspirar con el grupo rebelde para transportar cocaína, pero no admitió ningún cargo relacionado con las drogas como parte de su acuerdo final. Los abogados de Alcalá pidieron a Hellerstein que considerara la ruptura del exgeneral con el gobierno de Maduro en 2013 y su papel en la organización, desde la vecina Colombia, de un intento fallido para derrocar a Maduro en 2020. Sin embargo, los fiscales argumentaron que las acciones de Alcalá desde 2013 no justificaban la indulgencia.