Este lunes, el barco portacontenedores Dalí, protagonista del fatídico derrumbe del puente Francis Scott Key en Baltimore, finalmente fue reflotado como parte de una delicada operación que marcó un paso para la reapertura del vital canal de comercio estadounidense.
La nave logró ser liberada alrededor de las 06:60 a.m., hora local, y fue asegurada a cinco remolcadores que comenzaron a conducirla lentamente hacia el puerto de donde partió originalmente, a unas 2.5 millas del lugar del accidente.
La tarea de reflotamiento se anticipaba compleja, requiriendo al menos 21 horas para completarse, debido a la presencia de restos de la estructura del puente enredados en el barco y la carretera colapsada que cubría su proa. Esta ardua labor era esencial para despejar el canal esencial para la economía, que previamente había sido cerrado íntegramente a raíz del impacto del Dalí contra el puente.
De acuerdo con autoridades locales, la embarcación avanzaría con cautela a una velocidad aproximada de una milla por hora, contrastando fuertemente con la velocidad que llevaba al momento del choque. Durante el incidente, seis trabajadores de la construcción perdieron trágicamente la vida al encontrarse en la ruta del puente en reconstrucción. Fragmentos de acero sobresalían de la proa, recordatorios visibles del catastrófico suceso.
El desafío técnico no solo implicaba reflotar el buque, sino también coordinar la recogida de sus cinco millones de litros de agua bombeados previamente como lastre, además de retirar los contenedores a bordo y realizar reparaciones temporales antes de su próxima navegación. Entre tanto, la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) indaga las circunstancias que llevaron al Dalí a colisionar con el puente, señalando apagones previos en su sistema eléctrico como posibles causas.
Mientras el Dalí regresa a puerto para realizar ajustes y descargas, el gobierno de la ciudad de Baltimore ha interpuesto demandas a las empresas propietarias del barco por las pérdidas económicas ocasionadas. El FBI, por su lado, ha iniciado una investigación criminal para esclarecer las responsabilidades detrás de este desafortunado episodio que ha dejado una estela de tragedia y daños materiales.
Con esta compleja operación concluida con éxito, se augura una nueva etapa en la recuperación del canal de comercio, aunque queda por determinar el impacto a largo plazo de este incidente en la seguridad marítima y la infraestructura regional.