Frente a los recientes avistamientos de enjambres de medusas conocidas como “Bolas de Cañón” en las costas venezolanas, Gustavo Carrasquel, emitió declaraciones alarmantes.
Según las afirmaciones de este reconocido periodista especializado en asuntos ecológicos y director general de la fundación Azul Ambientalista, estas apariciones masivas no son tan comunes como se ha querido hacer creer.
El fenómeno de los enjambres de medusas ha experimentado un aumento significativo desde el año 2020, principalmente en los estados de Falcón, Nueva Esparta y Sucre.
En la actualidad, los bancos o agrupaciones de medusas se han vuelto más frecuentes en las regiones de Falcón, Carabobo, Aragua y Anzoátegui.
El ambientalista ha denunciado la falta de inversión en investigaciones relacionadas con temas ecológicos. Según él, esta carencia ha contribuido al incremento de los avistamientos. Dos factores clave han influido en esta situación:
- Climatología: La escasez de lluvias ha provocado un aumento en la salinidad de las aguas venezolanas, lo que favorece la proliferación de las medusas.
- Contaminación por hidrocarburos: La presencia de sustancias derivadas del petróleo en el agua proporciona un ambiente propicio para el crecimiento de estas criaturas marinas. El alimento disponible para las medusas se ha visto incrementado debido a esta contaminación.
- Sobrepesca: La eliminación de competidores por el alimento ha sido otro factor determinante. La sobrepesca ha reducido la población de organismos que normalmente competirían con las medusas por recursos alimenticios.
A pesar de la preocupación generada por estos enjambres, el ambientalista aclara que este tipo de medusas no representan un gran riesgo para los bañistas. Sin embargo, advierte que es crucial evitar tocar los pequeños tentáculos que rodean sus cuerpos. En caso de contacto, podría incluso desencadenarse un infarto, dependiendo de las condiciones de salud de la persona.
La presencia de las “Bolas de Cañón” en las playas venezolanas requiere una mayor atención y conciencia ambiental, pero no debe generar pánico entre los visitantes de las costas.