Este domingo, un bombardeo con un dron explosivo de la milicia chií libanesa Hezbolá hirió a 18 soldados israelíes en el cuartel de Rawiya, al norte de los Altos del Golán, según anunció el Ejército israelí en un comunicado.
El ataque, reivindicado por Hezbolá, es uno de los más graves en la zona fronteriza en los últimos meses. Aunque solo un soldado quedó en estado grave, los otros 17 sufrieron heridas leves y fueron trasladados a un hospital cercano.
«Los combatientes de la Resistencia Islámica (Hezbolá) lanzaron un ataque aéreo con un escuadrón de drones contra el cuartel general de los batallones blindados de la Brigada 188 en el cuartel de Rawiya», escribió la milicia pro iraní en un comunicado.
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A lo largo del domingo, Hezbolá lanzó un total de nueve ataques contra distintos territorios al norte de Israel, en el marco de la escalada de violencia entre la milicia y el Ejército israelí.
Por su parte, las Fuerzas Armadas israelíes bombardearon posiciones de Hezbolá al sur del Líbano, incluyendo un puesto de observación en el área de Markaba y una plataforma de lanzamiento en Ayta ash Shab, desde donde se había lanzado un proyectil contra Israel.
Tensión entre Hezbolá e Israel
La frontera entre Israel y Líbano vive su mayor pico de tensión desde 2006, con un intenso intercambio de fuego desde octubre de 2023 que se ha cobrado la vida de más de 500 personas, la mayoría en el lado libanés y en las filas de Hezbolá.
Hezbolá ha confirmado al menos 326 bajas de milicianos, algunas en Siria, mientras que del lado israelí unas 25 personas han muerto. Las hostilidades comenzaron el 8 de octubre de 2023, un día después del estallido de la guerra en Gaza, en solidaridad de Hezbolá con las milicias palestinas.
Hezbolá anunció la muerte de tres de sus combatientes en los últimos ataques, identificados como Jalal Ali Daher, Nasrat Hussein Shuqair y Hussein Mohamed Suwaidan.
El cruce del fuego se ha intensificado mucho en las últimas semanas, lo que hace temer una guerra abierta entre las partes.